La CEE nombra a D. Juan Gomendio nuevo consiliario de Scouts Castilla y León

D. Juan Gomendio, párroco de la Sagrada Familia, y ahora también Consiliario de los Scouts de Castilla y León

La Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española, reunida en Madrid los días 2 y 3 de julio, ha anunciado el nombramiento de D. Juan Gomendio Souchard-Breteau, sacerdote de esta diócesis de Ávila, como consiliario de “Scouts de Castilla y León-MSC”.

Natural de Madrid, aunque incardinado en nuestra diócesis desde hace más de 3 décadas, Juan Gomendio (63 años) es el actual párroco de la parroquia de la Sagrada Familia, en Ávila capital. Su relación con el movimiento Scout viene de lejos, pues en la diócesis ya ha sido su consiliario a principios de los 2000, y actualmente es también el Consiliario de la Asociación diocesana Scouts Ávila (desde 2022).

¿Qué son los Scouts?

Los scouts son miembros activos de un movimiento denominado escultismo. Este es un movimiento de educación no formal en el que los jóvenes participan de forma voluntaria y apolítica. El fin último del movimiento es realizar una contribución al desarrollo integral de los jóvenes y a la sociedad, partiendo de nuestra propia comunidad. Los scouts, por medio de sus actividades, pretenden fomentar un desarrollo completo e integral por medio de una educación complementaria a la formal y a la familia.

El movimiento comenzó formalmente en 1907, cuando Robert Baden Powell, su fundador, un general de las fuerzas armadas británicas, llevó a cabo el primer campamento scout en la isla de Brownsea, en Inglaterra. En 1908 escribió en su libro “Scouting for Boys” lo que serían los principios del movimiento. El trabajo en realidad comenzó mucho antes, cuando Powell se dio cuenta que los entrenamientos de supervivencia en la selva durante su estancia en África, daba a sus compañeros mucho más que simples conocimientos, sino que el entrenamiento les daba confianza en si mismos, independencia e integridad como personas. Durante la primera mitad del siglo XX se sentaron además las bases para la enseñanza a tres grupos de edades, tanto para hombres como para mujeres.

Dentro de sus principios básicos se encuentra el fomento de valores humanos, considerando a la persona humana como un ser de identidad singular y cultural, que no debe distinguirse por origen, ni raza, ni credo, o cualquiera sea su situación social. De este modo, el escultismo pretende inculcar los niños y jóvenes miembros una escala de valores que llena su vida de sentido y les otorgue un argumento con el que deben actuar de forma coherente.

Para los scouts la familia es muy importante, se la considera el centro de todo, por lo tanto, a través de las prácticas, el escultismo muestra a los jóvenes una educación basada en el amor, que permite formar familias en las que se formen personas de valores, creyentes en la justicia social, servidores de su comunidad y solidarios ante todo.

Dentro de las bases del escultismo se encuentra también el amor por la naturaleza y el medio ambiente, realizando actividades que muestran a la comunidad completa las formas de cultivar el amor por la Tierra y la forma de preservarla lo mejor posible.

Como vemos, la educación complementaria de los scouts se realiza a través de trabajo activo en comunidad, un trabajo que fomenta valores humanos cruciales para vivir en una mejor sociedad, así como también un fuerte amor por la naturaleza, la que se transforma en un verdadero modo de vida, todo lo anterior realizado bajo una fuerte conciencia social, sin dejar incluir las tendencias políticas.

Las actividades que se realizan para la consecución de estos fines son de todo tipo: juegos, campamentos, salidas al campo, excursiones, actividades con fines sociales, actividades comunitarias, raids, contrucciones de madera, actividades orientadas a la educación para la salud, etc.